LA EFICIENCIA FUNDAMENTAL PARA EL AHORRO DE ENERGÍA A TRAVÉS DE LAS VENTANAS
Hay varios factores que afectan en que pueden cambiar las ventanas eficientes en energía. Si bien estos factores determinan la calificación general de eficiencia de la ventana, no hay una fórmula exacta que dicte lo bien que una ventana mantiene la temperatura interior separada de las condiciones exteriores. Una ventana con una o dos características fuertes puede ser tan eficiente como una ventana con varias características menos eficaces. Generalmente, mientras más factores de eficiencia energética estén a favor de una ventana, mejor será para sellar el edificio.
Transferencia de calor
El trabajo principal de una
ventana es permitir que la luz entre en los edificios sin que el calor o
el frío pase entre el interior y el exterior. La luz en sí es energía y llevará una cierta cantidad de calor hacia el interior, pero la mayoría de la energía se pierde por el intercambio de temperatura real en la ventana, donde el aire en el edificio pierde o gana energía
a través de la ventana. Cuantas más cualidades de aislamiento tenga la
ventana, mejor será la barrera entre los dos niveles de aire y serán
menos capaces para realizar el intercambio de calor.
MARCOS Y CRISTALES
Los paneles de cristal y los bordes de la ventana son entonces dos de los factores más importantes de energía.
Los paneles individuales de vidrio son unos aislantes bastante pobres,
pero los cristales dobles sellan un espacio entre el interior y el
exterior, haciendo que el proceso de negociación de temperatura necesite
mucho más tiempo, dando lugar a una mayor eficiencia. Las ventanas más
avanzadas utilizan varios paneles de vidrio para hacer que el proceso de
intercambio sea aún más lento. Del mismo modo, los materiales del marco
decidirán la facilidad con que la temperatura puede ser intercambiada
en los bordes de las ventanas. Los marcos de madera tradicionales pueden
deformarse y crear espacios que permiten que el aire se escape,
mientras que los nuevos materiales como la madera compuesta, el vinilo y
la fibra de vidrio mantienen las tasas de transferencia de calor bajas.
Desarrollos
También hay varios factores
adicionales a tener en cuenta cuando se están buscando ventanas de
eficiencia energética. La mayoría de las ventanas tienen espaciadores o
tiras de material que mantienen los dos paneles a una distancia fija.
Hechos de metal o de compuestos de plástico, estos espaciadores pueden
actuar como sellos adicionales para la ventana. El vidrio en sí también
puede tener propiedades especiales y algunos paneles de las ventanas de
eficiencia energética pueden estar recubiertos con una película que
refleja diferentes tipos de luz, como los rayos infrarrojos calientes o
los rayos ultravioletas dañinos.
Reemplazos de un gas inerte
El espacio entre los cristales
de las ventanas también se puede llenar con diferentes tipos de gas.
Aunque la mayoría de las ventanas sólo tienen aire entre sus paneles,
las ventanas de mayor eficiencia energética reemplazan este aire con un
gas inerte tal como argón o criptón. Estos gases son inofensivos, pero
mantienen la transferencia de calor en un mínimo al disminuir el intercambio de energía entre las moléculas. El aire como un gas es bastante reactivo e intercambia la energía naturalmente consigo mismo y su entorno, pero los gases inertes resisten tales cambios y mantienen la temperatura bajo control.
Eficiencia
Hay fórmulas diseñadas para medir qué tan eficientes son las ventanas para el ahorro de energía,
utilizando factores para describir el área de la ventana y sus
propiedades de flujo de calor. Esta fórmula se está ampliando para
incluir las tasas de fugas y otras características de las ventanas. Las
ventanas con un buen índice de eficiencia siempre serán más caras, pero
también hacen el mejor trabajo para mantener el intercambio de temperatura en un mínimo y así ahorrar energía tan cara en estos días lo que traducido a resultados tenemos que el coste inicial supone un 15 % más pero que se rescata cada año de la vida útil de la ventana y rentabilizada no más de 3 años, que hacen que merezca la pena hacer un pequeño esfuerzo económico en pro de una mejor eficiencia, ahorro de energía y un menor calentamiento Globlal de la atmósfera.
Fuente: Pública
Editado: Elvijilante
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