domingo, 22 de diciembre de 2013

Impacto Medioambiental de la Ventana

Impacto medioambiental de la ventana

Emisiones de CO2 y Ciclo de vida de la carpintería

Emisiones de CO2 y Ciclo de vida de la carpintería 

La evaluación del impacto ambiental se ha realizado teniendo en cuenta dos indicadores fundamentales: estimación del consumo energético y emisión de dióxido de carbono (CO2) atribuibles a la fabricación, uso, reciclaje y disposición final de residuos, de ventanas cuyo marco estructural se fabrica principalmente con PVC, aluminio o madera.

Desarrollo del estudio

El análisis se basa en una ventana batiente estándar de 1,34 m x 1,34 m, con doble acristalamiento, instalada en una habitación tipo, que se fabrica y se utiliza en el ámbito de la Península Ibérica. Debido a que en España hay un uso importante de la ventana de madera con acristalamiento simple, se ha incluido esta alternativa como un octavo caso de análisis complementario.
Con el fin de estimar el impacto del consumo energético y emisiones de dióxido de carbono, se ha desarrollado una metodología de contabilidad ambiental de dichos indicadores, que consiste en estimar su valor en cada una de las etapas del ciclo de vida de la ventana: extracción y producción, transporte a montaje, montaje, transporte a edificio, uso, transporte a vertedero, disposición en vertedero, transporte a reciclaje y reciclaje. Los resultados finales suponen la suma de los consumos de energía y de las emisiones de CO2 equivalente para cada una de estas etapas. La variabilidad de los resultados no afecta a la fase de uso, que como se ha visto constituye la etapa de mayor demanda de energía y por tanto de las mayores emisiones de CO2.
Los resultados obtenidos indican que en todos los casos analizados, los porcentajes más altos del consumo de energía (entre 42 - 97%) corresponden a la etapa de uso de la ventana.
Este consumo se refiere a las perdidas de energía a través de la ventana. Los consumos de energía en las etapas de extracción y producción de materiales son importantes para las ventanas de aluminio (hasta un 52% del valor total); este porcentaje es menor para las ventanas de PVC (14%) y madera (4%).
El menor peso del PVC beneficia los costes del transporte de este material frente a otros materiales más pesados como el aluminio.
La ventana de PVC con un 30% de material reciclado presenta el menor consumo de energía (1.740 kWh) y emisiones de CO2 (730 kg). La ventana de PVC sin material reciclado presenta un consumo de 1.780 kWh y emisiones de 742 kg de CO2.

Conclusiones

La ventana a la que se le atribuye el menor consumo de energía y de emisión de CO2 es la ventana de PVC con un 30% de material reciclado, seguida por la ventana de PVC sin material reciclado. Los valores más altos de energía utilizada y de emisiones de CO2 corresponden a las ventanas de aluminio sin material reciclado con y sin rotura térmica.

Resultados comparativos

Un ejemplo concreto, ventana de aluminio sin rotura de puente térmico con un doble acristalamiento Vs. Ventana de PVC con diferentes acristalamientos.
Un 50 % de las ventanas instaladas en España en la última década son de aluminio sin RPT y un doble acristalamiento. En esta circunstancia los resultados del estudio ofrecen la siguiente tabla:
Comprobamos como partiendo de una situación inicial de una ventana con marco metálico y un vidrio 4-6-4 podemos alcanzar ahorros energéticos de cerca del 40 % con una ventana de PVC y el mismo vidrio. El ahorro podría alcanzar un 58% si a la ventana de PVC le instalamos un vidrio bajo emisivo (vidrio con aislamiento térmico reforzado).
Es obvio que en la medida que la ventana del punto de partida tenga mejor calidad térmica, el ahorro en la comparativa irá descendiendo hasta el punto que llegara a tener que compararse una ventana en la que el punto de partida ya es ventana de PVC, transcribimos literariamente el caso que contempla la guía para ese supuesto:

Conclusiones del estudio CYPE

Se puede mejorar la eficiencia energética de un edificio simplemente cambiando el tipo de carpintería de forma que se podría pasar de una calificación D o E a una B simplemente sustituyendo una carpintería de calidad media (aunque esta cumpla con el CTE) por una carpintería de PVC KÖMMERLING con óptimos niveles de aislamiento térmico.
También se puede mejorar esta eficiencia incorporando sistemas adicionales a la vivienda como un sistema de Agua caliente sanitaria, un sistema de calefacción eficiente, e incluso un sistema de climatización.